martes, 23 de febrero de 2010

EL TAXISTA


Por: Misohoney y Billy Kayros - Asiduos consumidores de taxi informal.
Eran las diez de la noche piloteaba mi nave (8) Ser taxista en el Perú se ha convertido en la profesión más popular de las conocidas : “Yo estudio Medicina” o “Quiero ser abogado”. Cada vez vemos más Ticos, station wagons blancas y ahora los famosos ford negros que cualquier otro tipo de automóvil por las calles. La razón es muy simple: ser taxista se ha convertido, más que en una profesión, en un arte. Nuestra crónica peruana no es sino un reflejo de mis viajes diarios a la chamba. Esta entrada, que inaugura nuestra participación en el proyecto "Salsa Criolla", pretene definir a este peculiar ser humano llamado taxista. Según la Irreal Academia de la Lengua Peruana, dícese taxista a la persona o animal con la suficiente capacidad como para estacionar en cualquier esquina, saberse todos los atajos y recovecos de su ciudad, cobrarle más a los turistas y, sobre todo, ser el más criollo de todos. El aspecto folklorico del oficio a llegado al punto en que puede encontrarse un “Código de Taxistas”. Negar que hay ciertos comunes que encontramos en todo taxista o en todo carro de taxi es es una falcia en sí misma; es no querer ver más allá de lo evidente (cita extraída de: LEON-O. "Biografía de la espada del augurio". Tercer planeta. p. 25). ¿Cómo reconocer si un taxista es un verdadero ejemplo de la sociedad limeña emergente?
1. Todo y cada uno de los taxis (que caminan vacios por las calles de Lima) cuentan con un chip incorporado que los hace parar en cada lugar donde hay una persona, incluso si ello generará congestión vehicular.
2. Todo taxista que se jacte de serlo, tendrá un CD que cuelga del espejo retrovisor. Este utensilio (si señores, es un utensilio) cuelga de casi todos los taxis manejados por verdaderos varones de la pista, y lo podemos encontrar en todos los diseños: del club Alianza Lima, Universitario de Deportes, Tula Rodriguez, Los Ronisch, Grupo Agua Marina, etcétera.
3. Si tu taxi no huele a loco, no es taxi. Los olores que viene incorporados gratuitamente a la carrera son un pilar del código taxista.
4. La jovialidad y delicadeza con la que el taxista insulta a microbuseros y demás taxistas, creyendo que su manera de conducir es mejor que la del promedio.
5. La riquísima salsa, que se ve amenazada indiscutiblemente por la cumbia (excepto a las 3 pm, hora de "Los chistosos").
6. Si le hablas a un taxista, la cagaste... ahora chantate la conversación.
7. La indumentaria. No EXISTE un taxista de la calle que se vista bien. Pero sólo aquellos que se suben el pantalón de vestir por el calor y usan un polo de Keiko, merecen nuestra alabanza.
8. Uno no es un taxista de verdad si no tiene una profesión que lo respalde; de preferencia abogado o ingeniero.
9. Un verdadero taxista sabe ahorrar costos de gasolina. Si le dices "Maestro, una carrera a Angamos con Tomás Marsano", el taxista verdadero querrá cobrarte una luca más si, la carrera no era exactamente a esa esquina, sino a la casa de tu abuela que queda a 2 cuadras a la derecha. Sí, señor, el verdadero taxista espera que tu le pidas una carrera a la casa de tu abuela para calcular bien sus costos.
10. El no menos importante PERRITO QUE MUEVE LA CABEZA. Este personaje no lo encontramos en cualquier taxi, sino sólo en los considerados como reyes del volante.
Si tienes algún otro comentario para aportarle a la lista, únete... pronto podremos publiar el manuel del Taxista Criollo, para que nuestros buenos amigos ambulantes de la Javier Prado puedan piratearlo...
...Y la rubia para el taxi siempre a las diez en el mismo lugar (8).